Nube de gas y polvo a 8.000 años luz de la tierra, en la constelación de Carina. Crédito: NASA/JPL-Caltech.
Este verano los astrónomos darán un vistazo de cerca a una rara cuna cósmica que alberga algunas de las estrellas más grandes del universo, "matonas bebés" que crecen hasta tener una masa 50 veces la solar.
El equipo internacional de astrónomos encabezado por el científico Peter Barnes, de la Universidad de Florida, utilizó un radiotelescopio australiano para encontrar la nube de gas y polvo, a 8.000 años luz de distancia, en la constelación austral de Carina. La nube está en las primeras etapas de colapsar sobre sí misma, ofreciendo a los astrónomos una vista inusual de las primeras contracciones del nacimiento de una estrella gigante.
"Entendemos un poco de ello, pero realmente no tenemos un cuadro claro de que es lo importante", dijo Barnes. "Esto debería ayudarnos a aprender mucho más sobre el proceso".
A pesar de que nuestro Sol tiene una masa mucho menor que las estrellas incipientes de la nube de gas, el estudio de su formación podría ayudar a los astrónomos a entender cómo nuestro sistema solar se formó, dijo Barnes. Esto se debe a que muchas estrellas del tamaño de nuestro sol se cree que se formaron en grupos dispersos en el espacio durante millones de años. Es posible, dijo Barnes, que nuestro sol tenga su origen en un cúmulo y de hecho las anomalías químicas en los meteoritos sugieren que ese es el caso.
Los últimos descubrimientos, que aparecieron en la revista mensual Notice de la Royal Astronomical Society, han alentado al equipo para planificar un vistazo más de cerca con otro telescopio de Australia en agosto. El equipo también usará el telescopio Gemini Sur, equipado con una cámara de infrarrojo diseñada y construida en la UF, para observar la nube desde la ubicación del telescopio en Chile.
Estrellas de al menos 10 veces la masa de nuestro Sol son raras, de las cuales sólo existen alrededor del 4 por ciento en el universo. La mayoría está por lo menos a 1.000 años luz de distancia y son difíciles de estudiar. Es excepcionalmente raro que los astrónomos encuentren nubes de gas y polvo al principio del proceso de colapsar en grandes estrellas, ya que estas tienden a destruir su origen natal.
"Ellas son chiquitines bastante desagradables", dijo Barnes. "Hacen un gran lío".
Los astrónomos descubrieron la nube de gas como parte de una encuesta que abarcó 300 grandes nubes de gas usando las Instalaciones del Radiotelescopio Nacional Australiano Mopra de 22 metros, en el sureste de Australia. El espectrómetro de clase mundial del telescopio, ayuda a los astrónomos a identificar y visualizar monóxido de carbono y otras moléculas en las nubes de gas de gran tamaño. A pesar de la tecnología, la nube con su megaestrella naciente es la única de su tipo entre las 300 encuestadas.
La nube es también inusual en su rápido ritmo de colapso, y en la cantidad de gas y polvo, una cantidad tan grande que eclipsó a las grandes estrellas que se habían unido ya dentro de la nube. "Se extiende a través de unos pocos años luz, y tiene unas 20.000 veces el valor de la masa del sol de gas y polvo, y la mayor parte de esto está participando en el colapso", dijo Barnes.
Fuente:
Astronomers plan second look at mega star birthing grounds
(University of Florida News)
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