Para que entiendan mejor esta viñeta les explicaré brevemente algunas cosas sobre la materia oscura, la energía oscura y los WIMPs.
Según nuestro conocimiento actual, el universo está compuesto aproximadamente por un 23% de materia oscura, un 73% de energía oscura y un 4% de materia convencional o bariónica (mantengan la calma, ya mismo les digo de que se trata). Hasta no hace mucho, se creía que la materia ordinaria constituía todo el universo: ni más ni menos que los átomos, formados por protones, neutrones y electrones; tres partículas que pertenecen a un grupo llamado bariones, dentro de la clasificación zoológica vigente del modelo estandar de particulas y fuerzas, en el cual la materia oscura y la energía oscura "no tienen cabida".
Antes de seguir con las explicaciones, si me lo permiten, haré una pequeñísima reseña histórica:
En los años treinta, el astrónomo Fritz Zwicky descubrió oficialmente la materia oscura sin proponérselo, al encontrar que la velocidad de rotación de las galaxias en los cúmulo galácticos no respondía a los valores esperados según la física establecida: las integrantes, a medida que se alejaban del centro de gravedad del sistema rotaban más rápido de lo que Newton podía tolerar si la masa era lo que se veía, pero la "voz de alarma" dada por Zwicky, naturalmente, no fue tenida en cuenta en una época en la que el conocimiento del universo y de la materia eran insuficientes. Debieron pasar varias décadas para que el problema de la materia y la energía oscura ocuparan el lugar que hoy ocupan en la astrofísica.
Y ahora les cuento algo sobre los WIMPs: con ese nombre se designa la supuesta o hipotética partícula que constituye la materia oscura. WIMP es la sigla por Weakly Interacting Massive Particles (Partículas Masivas Débilmente Interactivas).
Hay varios centros de investigación dedicados frenéticamente a la búsqueda de WIMPs, por ejemplo el laboratorio subterráneo Soudan del Fermilab. Pero todavía nadie ha detectado una sola de estas elusivas (y tal vez inexistentes) partículas. Tal vez tengan algo que decir los experimentos que se realizarán en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) cuando entre en acción, mientras tanto, la espada de Damocles seguirá colgada encima de los WIMPs amenazando su existencia, lo mismo que encima del bosón de Higgs.
Nos queda un asunto pendiente, el tema de la energía oscura. Pero para no extenderme más allá de lo tolerable solo les diré que es también una forma hipotética de materia que estaría presente en todo el espacio y es la responsable de la aceleración de la expansión del universo desde hace varios miles de millones de años.
Según nuestro conocimiento actual, el universo está compuesto aproximadamente por un 23% de materia oscura, un 73% de energía oscura y un 4% de materia convencional o bariónica (mantengan la calma, ya mismo les digo de que se trata). Hasta no hace mucho, se creía que la materia ordinaria constituía todo el universo: ni más ni menos que los átomos, formados por protones, neutrones y electrones; tres partículas que pertenecen a un grupo llamado bariones, dentro de la clasificación zoológica vigente del modelo estandar de particulas y fuerzas, en el cual la materia oscura y la energía oscura "no tienen cabida".
Antes de seguir con las explicaciones, si me lo permiten, haré una pequeñísima reseña histórica:
En los años treinta, el astrónomo Fritz Zwicky descubrió oficialmente la materia oscura sin proponérselo, al encontrar que la velocidad de rotación de las galaxias en los cúmulo galácticos no respondía a los valores esperados según la física establecida: las integrantes, a medida que se alejaban del centro de gravedad del sistema rotaban más rápido de lo que Newton podía tolerar si la masa era lo que se veía, pero la "voz de alarma" dada por Zwicky, naturalmente, no fue tenida en cuenta en una época en la que el conocimiento del universo y de la materia eran insuficientes. Debieron pasar varias décadas para que el problema de la materia y la energía oscura ocuparan el lugar que hoy ocupan en la astrofísica.Y ahora les cuento algo sobre los WIMPs: con ese nombre se designa la supuesta o hipotética partícula que constituye la materia oscura. WIMP es la sigla por Weakly Interacting Massive Particles (Partículas Masivas Débilmente Interactivas).
Hay varios centros de investigación dedicados frenéticamente a la búsqueda de WIMPs, por ejemplo el laboratorio subterráneo Soudan del Fermilab. Pero todavía nadie ha detectado una sola de estas elusivas (y tal vez inexistentes) partículas. Tal vez tengan algo que decir los experimentos que se realizarán en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) cuando entre en acción, mientras tanto, la espada de Damocles seguirá colgada encima de los WIMPs amenazando su existencia, lo mismo que encima del bosón de Higgs.
Nos queda un asunto pendiente, el tema de la energía oscura. Pero para no extenderme más allá de lo tolerable solo les diré que es también una forma hipotética de materia que estaría presente en todo el espacio y es la responsable de la aceleración de la expansión del universo desde hace varios miles de millones de años.
Si desea ver más humor gráfico de mi propia mano, sobre temas de ciencia, astronomía incluida, puede visitar mi blog La ciencia con humor
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