viernes, 28 de agosto de 2009

Anunciaron los Premios Wilson 2009 para el descubrimiento amateur de cometas

Encontrar un cometa puede ser una manera rápida de obtener algo de fama inmortal... y algo de dinero, también. Un premio anual de varios miles de dólares para los descubrimientos de cometas por astrónomos aficionados ha sido anunciado para cinco personas de cinco países diferentes.

La Oficina Central de Telegramas Astronómicos (CBAT) - gestionada por el Smithsonian Astrophysical Observatory (SAO) en Cambridge, Massachusetts, para la Unión Astronómica Internacional (UAI) - ha anunciado los beneficiarios de los Premios Edgar Wilson 2009 por el descubrimiento de los cometas realizados por los aficionados durante el año calendario que termina el 11 de junio. Este es el undécimo año consecutivo que estos premios han sido otorgados, el dinero de los Premios es parte de la voluntad legada por el empresario Edgar Wilson de Lexington, Kentucky, y administrado por la SAO.

Los siguientes cinco descubridores reciben placas y un premio en efectivo de este año:

-Robert E. Holmes, Jr., de Charleston, Illinois, por su descubrimiento del cometa C/2008 N1 el 1 de julio de 2008.
-Stanislav Maticic en el Observatorio de Crni Vrh, en Eslovenia, por su descubrimiento del cometa C/2008 Q1 el 18 de agosto de 2008.
-Michel Ory de Delémont, Suiza, por su descubrimiento del cometa P/2008 Q2 el 27 de agosto de 2008.
-Koichi Itagaki de Yamagata, Japón, por su descubrimiento del cometa C/2009 E1 el 14 de marzo de 2009.
-Dae-am Yi de Yeongwol-kun, Gangwon-do, Corea, por su descubrimiento del cometa C/2009 F6 el 26 de marzo de 2009.

Se trata del primer cometa descubierto por cada uno de los cinco beneficiarios del Premio 2009. Sin embargo, Holmes, Maticic y Ory, cada uno, han descubierto planetas menores. Ory ha encontrado más de cuatro docenas de objetos asteroidales; Itagaki ha encontrado muchas estrellas variables (entre ellas dos novas en la Vía Láctea y más de cuatro docenas de supernovas extragalácticas).
Para la mayoría de los astrónomos aficionados, la denominación histórica de los cometas con su nombre tiene para ellos más significado que cualquier premio, pero la concesión de los Premio Edgar Wilson da prestigio extra y avisa públicamente del esfuerzo realizado en la tarea. Los descubridores amateur de cometas generalmente pasan largas horas de observación, sin ayuda financiera, a diferencia de los astrónomos profesionales, que descubren la mayoría de los cometas en la actualidad a través del relevamiento con grandes telescopios. Búsquedas automatizadas con grandes telescopios profesionales con cámaras CCD han dominado el descubrimiento de cometas desde el año 1998, por lo que las contribuciones de los aficionados merecen un reconocimiento especial.

Si bien ha habido hasta siete beneficiarios del Premio Wilson en un solo año, este es el primer año que se dan cinco premios por los descubrimientos hechos utilizando cámaras CCD; un reflejo de la tendencia contínua del desplazamiento de la astronomía visual y fotográfica hacia las imágenes digitales. (Ocho de los nueve Premios Wilson en 2001 y 2002, por ejemplo, se otorgaron por el descubrimiento visual de cometas). Durante los primeros seis años, el Premio Edgar Wilson se dio por dieciséis cometas descubiertos visualmente, siete a través de la cámara CCD, y uno a través de película fotográfica. En los últimos cinco años, sólo ha habido dos descubrimientos visuales, contra doce por cámara CCD.

Este es también el primer año que los Premios de Wilson se han dado a los beneficiarios en cinco países diferentes. Ha habido 43 Premios Edgar Wilson a 41 personas en dieciséis países hasta ahora. Estados Unidos lidera con once premios a diez individuos diferentes, seguido por Australia con diez premios a ocho individuos diferentes, y Japón, con ocho premios a siete receptores diferentes.

A principios del siglo 17, Johannes Kepler pensaba que había más cometas en el cielo que peces en los mares. Muchas otras personas entonces aún se aferraban a la idea de que eran visitantes con inclinaciones malévolas merodeando a través de la atmósfera terrestre para causar daño, por lo que fueron considerados como precursores de la fatalidad, los creadores de los terremotos, las catástrofes, el hambre, la derrota en las batallas y las muertes de los reyes. Volviendo a los tiempos antiguos, la repentina aparición de los cometas, su enorme tamaño y su partida repentina aumentaron los temores supersticiosos producidos por su observación.

Cientos de cometas fueron observados y registrados antes de la invención del telescopio en 1609, y el número de descubrimientos se disparó cuando comenzaron a utilizarse telescopios de mejor calidad en el siglo 18. Armados con instrumentos pequeños, que palidecen en comparación con los disponibles para los astrónomos aficionados de hoy, la carrera para descubrir nuevos cometas y obtener el reconocimiento y la fama había comenzado.

Apodado el "hurón de los Cometas" por el Rey de Francia en la década de 1760, Charles Messier se convirtió en uno de los cazadores de cometas más famoso de todos los tiempos. Él sólo se perdió la visita del cometa Halley en diciembre de 1758, en su primer retorno previsto de la historia, pero en los siguientes quince años, casi todos los descubrimientos de cometas fueron hechos por Messier. Se rumoreaba que podría haber estado aún más molesto por el descubrimiento de un cometa por un rival que por la muerte de su esposa, a la que tuvo que atender moribunda.

Más de doscientos años han pasado desde los descubrimientos de cometas de Messier. Hoy los astrónomos aficionados siguen descubriendo nuevos cometas que pueden recibir sus nombres para la eternidad. La lucha contra la contaminación lumínica y el aumento de la competencia de los sofisticados observatorios profesionales, han hecho que los desafíos y las recompensas sean aún mayores. Ha habido numerosos premios para el descubrimiento de cometas a lo largo de los siglos, pero el Wilson es actualmente el mayor reconocimiento público otorgado por un premio.

Los descubrimientos de cometas son informados, verificados y anunciados por la Oficina Central, que también asigna año y letras a las denominaciones y los nombres. Una vez que el descubrimiento de un cometa se ha anunciado, no se permiten reclamos adicionales para ese hallazgo.
Un comité internacional de la UAI, de dieciséis astrónomos, delibera cuando se plantean casos "problemáticos"; esta misma comisión aprueba también los nombres de los planetas menores.

En los años en que no hay descubridores de cometas elegibles, la adjudicación recae sobre astrónomos aficionados juzgados por la CBAT por haber hecho importantes contribuciones a la observación de cometas o a promover el interés en el estudio de los mismos.

La información sobre los premios fue obtenida de:
- http://www.cfa.harvard.edu/news/2009/pr200919.html

Créditos:
Fotografía: cometa Hale-Bopp, NASA.

Para más información en:
- http://www.cfa.harvard.edu/iau/special/EdgarWilson.html
- http://www.cfa.harvard.edu/iau/Headlines.html
- http://www.cfa.harvard.edu/iau/special/09066.html

Con sede en Cambridge, Massachusetts, El Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA) es una colaboración conjunta entre el Observatorio Astrofísico Smithsonian y el Observatorio del Harvard College. Los científicos de CfA, organizados en seis divisiones de investigación, estudian el origen, evolución y destino último del universo

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