miércoles, 9 de febrero de 2011
Como el dilema del huevo y la gallina
¿Qué fue primero, el agujero negro o el abultamiento? Esa es una pregunta que los astrónomos se han estado haciendo desde que se descubrió por primera vez, hace décadas, que casi todas las galaxias albergan un agujero negro supermasivo en su centro. ¿Proporciona un agujero negro supermasivo un punto de anclaje en torno al cual el resto de la galaxia puede formarse? ¿O es que la gran masa enterrada en el centro de las galaxias más pequeñas atrae agujeros negros que se combinan, cada vez más grandes, en un monstruo supermasivos? Tal vez una galaxia inusual conocida como Henize 210 puede proporcionar la respuesta. Henize 210 es una galaxia de estallido estelar, una galaxia formando estrellas a una velocidad enorme.
También es una galaxia irregular, carente de cualquier distribución simétrica de materia, y carente de cualquier concentración de masa central fuerte, como puede verse en la imagen compuesta anteriormente. En esta imagen, los datos ópticos del Telescopio Espacial Hubble (en rojo, verde y azul) muestran la distribución de estrellas jóvenes, calientes y masivas recién formadas en la galaxia. Pero los datos de rayos X (del Observatorio de Rayos X, Chandra de la NASA, que se muestran en color morado) y los datos de radio (del VLA del Observatorio Nacional de Radioastronomía, que se muestra en amarillo) revelan una sorpresa: una fuente compacta y brillante de rayos X y una fuente de radio (visto de blanco, cerca del centro de la imagen). Esta fuente de ra yos X y de radio sugiere la presencia de un agujero negro supermasivo creciendo activamente en Henize 210. Estos datos dan evidencia de que (al menos en algunas galaxias) el crecimiento de un agujero negro supermasivo puede preceder el crecimiento del bulbo central.
Fuente:
Solving the Chicken-Egg Conundrum (HEASARC, NASA)
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