Crédito: Berrie Giebels, Felix Aharonian, Helene Sol
Los agujeros negros supermasivos (monstruos con masas mil millones de veces la del sol hacinados en un espacio más pequeño que la órbita de Neptuno) en el núcleo de algunas galaxias, producen algunos de los fuegos artificiales celestiales más impresionantes que podemos observar. Se alimentan de gas, polvo, estrellas (y los planetas?) y se tragan enormes cantidades de materia, al mismo tiempo que la generación poderosos haces de partículas brillando en el universo a través de millones de años luz.
Las energías involucradas son enormes, y por supuesto que a los astrónomos les gustaría saber como se producen. Los telescopios terrestres como el High Energy Stereoscopic System (HESS), el Very Energetic Radiation Imaging Telescope Array System (VERITAS) y el telescopio MAGIC han ayudado a investigar el límite superior de la mayor emisión de energía producida por acreción de un agujero negro supermasivo en el núcleo galáctico. Estos telescopios usan la propia atmósfera como detector gigante para determinar la ubicación de las fuentes de radiación ultra-alta energía.
Un fotón de ultra alta energía emitido por un agujero negro supermasivo puede viajar por muchos millones de años a través del espacio casi vacío, para finalmente golpear la atmósfera terrestre. Cuando esto sucede, el fotón explota en una cascada de partículas energéticas cargadas. Estas partículas cargadas en realidad se mueven más rápido de lo que la luz puede moverse a través de la atmósfera, y al hacerlo ellas producen una luz azulada que puede ser detectada por un telescopio de gran tamaño.
Telescopios como HESS, MAGIC y VERITAS pueden detectar estos destellos azules y correlacionar sus posiciones con las posiciones de las galaxias distantes. El gráfico anterior muestra el rápido crecimiento reciente del número de galaxias que producen esta radiación de ultra alta energía debido a la creciente disponibilidad de telescopios de ultra alta energía. El recuadro muestra la concepción de un artista de un agujero negro supermasivo, su disco de acreción y la parte interna de su chorro de partículas de alta energía.
Fuente:
Imagen astrofísica de la semana: The Extremely High Energy Extragalactic Sky
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