Los astrónomos de SAO, Roberto Galván-Madrid y Eric Keto, junto con tres colegas, acaban de publicar las primeras simulaciones por conputadora de la formación de estrellas masivas.
Las nuevas simulaciones en computadora de la corriente de gas ionizado alrededor de una estrella joven masiva parecen explicar exitosamente algunos de los rompecabezas clásicos asociados con la formación de estrellas masivas. Los colores están codificados para representar la velocidad de un viento ionizado, con rojo el gas que se mueve lejos del espectador y azul para el gas que se mueve hacia el espectador. La estrella se encuentra en la marca. Crédito: ApJ, and Peters et al., 2010.
Los astrónomos han logrado grandes avances recientemente en la comprensión de cómo las estrellas modestas -aquellas que son como el sol o más pequeñas- se forman. Ha sido mucho más difícil, sin embargo, clasificar los procesos implicados en el nacimiento de estrellas masivas, las que tienen más de ocho masas solares de material. Estas estrellas son de vital importancia en el ecosistema cósmico, porque, entre otras cosas, terminan como supernovas, enriqueciendo el cosmos con los elementos esenciales para la vida.
Las dificultades concretas para comprender el proceso de la formación de estrellas masivas surgen, en parte, porque esas estrellas maduran mucho más rápidamente que las de baja masa; tienden a formarse en grupos y van acompañados de una amplia gama de actividades más vigorosas, incluyendo el gas caliente en las regiones ionizadas, acumulación de material y fuertes vientos. Las estrellas se forman a partir de nubes gigantes de gas y polvo en el espacio a medida que la materia de estas nubes se une. Algunos modelos teóricos afirman que las estrellas masivas se forman cuando las estrellas más pequeñas se unen al principio de sus vidas.
Otros modelos indican que estrellas individuales grandes se fragmentan de los enormes grupos de materia que se derrumba, y que la distribución de tamaños estelares es determinada muy temprano en este proceso de fragmentación. Clasificar las hipótesis que realmente ocurren en la naturaleza, si es así, es uno de los objetivos de la investigación de la astronomía moderna.
Los astrónomos de. Smithsonian Astrophysical Observatory (SAO), Roberto Galván-Madrid y Eric Keto, junto con tres colegas, acaban de publicar las primeras simulaciones por conputadora de la formación de estrellas masivas que permiten el desarrollo completo de estructuras en tres dimensiones (más que con simetrías espaciales impuestas), y que incluyen los efectos de las radiaciones ionizantes producidas por las estrellas masivas. Sus conclusiones son significativas. Muchos de los modelos convencionales habían pronosticado que las estrellas dejan de crecer (es decir, dejan de acumular material nuevo), debido a la presión externa de la radiación ionizante. El equipo descubrió que la radiación ionizante no detiene la acreción. En su lugar, lo que pasa es que el medio ambiente denso lleva a la formación de varias nuevas estrellas, y estas otras estrellas detienen la acreción en la estrella principal al capturar el material. Los autores llaman a este proceso "fragmentación inducida por el hambre", y, junto con otros resultados de sus simulaciones, parece ofrecer respuestas realistas a muchos de los enigmas pendientes respecto a la formación de estrellas masivas en cúmulos.
Traducción de Fuente:
Simulating the Birth of Massive Stars ( Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics).
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