La estrella TW Hydrae se encuentra a unos 150 años luz de la Tierra en la dirección de la constelación de Hydrae, la serpiente de agua. Esta estrella es relativamente joven, en alrededor de 10 millones de años ha pasado de su primera infancia, pero aún no está madura. Los astrónomos están tratando de comprender los procesos que trabajan alrededor de las estrellas en esta etapa de sus vidas, cuando los planetas podrían estar desarrollándose a través de discos alrededor de ellas, y TW Hydrae es un ejemplo valioso por dos razones: es relativamente cercana y por lo tanto brillante, y está girando con su polo señalando casi directamente hacia la Tierra, permitiendo a los científicos ver el disco de material que rodea la estrella casi de frente.
Este diagrama esquemático muestra la superficie de TW Hydrae, que ilustra donde podría surgir la fuerte emisión de rayos X. El material de acreción puede producir vientos y choques en la fotosfera solar, algunos de los parámetros están especificados. Crédito: N. Brickhouse, et al, 2010.
Al igual que otras estrellas jóvenes de su tamaño y edad, TW Hydrae emite fuertes rayos X. La pregunta es por qué, y cómo podrían afectar al disco proto planetario de la estrella. Se han propuesto varios mecanismos, incluyendo la actividad del campo magnético de la corona similar a la del sol, la acumulación en la superficie estelar, que también podría contribuir a los vientos y las llamaradas, y los choques de los jets que se desarrollan. Cada mecanismo tiene asociado con él gas caliente con temperaturas y densidades características.
Los astrónomos del Observatorio Astrofísico Smithsoniano (SAO) Nancy Brickhouse, Steve Cranmer, Andrea Dupree, Juan Luna y Scott Wolk han utilizado la Rejilla de Transmisión de Alta Energía (HETG) del Observatorio de rayos X Chandra para obtener el más detallado espectro de rayos de esta estrella jamás visto antes. Ellos miden y modelan cuarenta y dos líneas de emisión de gas presente a temperaturas extremadamente altas, que van de entre cerca de 2 millones a 10 millones de grados Kelvin. Sus resultados muestran que la estrella tiene tanto una corona caliente como la corona solar y un choque por acreción en densidades relativamente altos y volúmenes pequeños. Curiosamente, el gas golpeado calienta un mayor volumen de la atmósfera estelar hasta 2 millones de grados, mucho más caliente que los 10.000 grados de puntos calientes antes conocidos a partir de los espectros óptico y ultravioleta. Los nuevos resultados son capaces de explicar muchos de los enigmas anteriores relacionados con la emisión de rayos X, ayudan a identificar cómo los vientos pueden producirse en estas estrellas, y sugieren que los procesos magnéticos que actúan en esta estrella mo son en ningún caso únicos, pero pueden ser ubicuos en otras estrellas jóvenes de masa similar.
Este diagrama esquemático muestra la superficie de TW Hydrae, que ilustra donde podría surgir la fuerte emisión de rayos X. El material de acreción puede producir vientos y choques en la fotosfera solar, algunos de los parámetros están especificados. Crédito: N. Brickhouse, et al, 2010.
Al igual que otras estrellas jóvenes de su tamaño y edad, TW Hydrae emite fuertes rayos X. La pregunta es por qué, y cómo podrían afectar al disco proto planetario de la estrella. Se han propuesto varios mecanismos, incluyendo la actividad del campo magnético de la corona similar a la del sol, la acumulación en la superficie estelar, que también podría contribuir a los vientos y las llamaradas, y los choques de los jets que se desarrollan. Cada mecanismo tiene asociado con él gas caliente con temperaturas y densidades características.
Los astrónomos del Observatorio Astrofísico Smithsoniano (SAO) Nancy Brickhouse, Steve Cranmer, Andrea Dupree, Juan Luna y Scott Wolk han utilizado la Rejilla de Transmisión de Alta Energía (HETG) del Observatorio de rayos X Chandra para obtener el más detallado espectro de rayos de esta estrella jamás visto antes. Ellos miden y modelan cuarenta y dos líneas de emisión de gas presente a temperaturas extremadamente altas, que van de entre cerca de 2 millones a 10 millones de grados Kelvin. Sus resultados muestran que la estrella tiene tanto una corona caliente como la corona solar y un choque por acreción en densidades relativamente altos y volúmenes pequeños. Curiosamente, el gas golpeado calienta un mayor volumen de la atmósfera estelar hasta 2 millones de grados, mucho más caliente que los 10.000 grados de puntos calientes antes conocidos a partir de los espectros óptico y ultravioleta. Los nuevos resultados son capaces de explicar muchos de los enigmas anteriores relacionados con la emisión de rayos X, ayudan a identificar cómo los vientos pueden producirse en estas estrellas, y sugieren que los procesos magnéticos que actúan en esta estrella mo son en ningún caso únicos, pero pueden ser ubicuos en otras estrellas jóvenes de masa similar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario