sábado, 5 de diciembre de 2009

Estudiando las estrellas antes de su nacimiento

Una imagen en falso color del Arreglo de Cámara infrarroja de la nube oscura Lynds 43E y su entorno. El objeto brillante es una joven estrella en el cielo cerca de la nube oscura, que se encuentra a la izquierda en esta foto pero que es oscura, incluso en estas longitudes de onda infrarrojas.
Crédito: NASA telescopio espacial Spitzer


La primera fase de la formación de una estrella se estima que se inicia en el interior profundo de una nube natal de gas y polvo. En las primeras etapas, el material se funde bajo la influencia de la gravedad en los llamados "núcleos densos", que, debido a que absorben luz visible, a veces se ven en el cielo como formas negras sobre un fondo de estrellas o nebulosas. Mediante el uso de tecnologías modernas, sin embargo, hoy los astrónomos pueden medir tanto la emisión infrarroja débil del polvo, así como la emisión milímétrica de moléculas en el gas. Las moléculas son especialmente poderosas sondas, ya que su emisión es un diagnóstico de la historia de la química de las nubes, su estructura de temperatura, su historia evolutiva, sus movimientos internos, y más.

Los astrónomos están especialmente interesados en las primeras etapas de estos núcleos densos, incluso antes de que la aparición de la estrella. Lynds 43E es uno de estos núcleos densos, y está entre las nubes más ópticamente opacos conocidas. Su masa, calculada a partir de estudios submilimétricas, es alrededor de 0,8 masas solares. Está relativamente cercana, a unos 420 años luz, en la constelación de Ofiuco, y está asociada con una nube molecular mucho más grande. Hay también una joven estrella muy cerca que convenientemente ofrece una comparación par los estudios del patrón químico.

El astrónomo del Smithsonian Astrophysical Observatory (SAO) Tyler Bourke, junto con tres de sus colegas, estudió la naturaleza de Lynds 43E y su vecina usando observaciones milímétricas de la molécula de monóxido de carbono y un conjunto de moléculas más raras, junto con la emisión de polvo, medida por las cámaras de infrarrojos del telescopio espacial Spitzer y otras instalaciones. Ellos elaboraron un modelo basado en los datos para obtener las condiciones físicas de cada fuente, y una imagen de cómo evolucionó la química local. Los científicos presentan una imagen razonable de donde se encuentran las diferentes moléculas a través el núcleo (cada uno tiene su propia distribución característica) y cómo esa distribución ha evolucionado en el tiempo. Finalmente han estimado que este núcleo de alta densidad tiene aproximadamente 2 millones de años. Los resultados son un paso importante en la desarticulación detallada de las primeras etapas de formación de las estrellas.

Traducción libre de:
Studying a Star Before it is Born (Weekly Science Update, Smithsonian Astrophysical Observatory)

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